La segunda guerra púnica en Iberia I – Organización y partida

Tras la conclusión con éxito del sitio de Sagunto, Aníbal Barca dio descanso a sus       tropas, comenzando a avanzar hacia Italia con 90.000 infantes, 12.000 jinetes y 37           elefantes a finales de Abril de 218 AC. Una vez cruzado el Ebro, el general púnico dedicó unas semanas a someter a las tribus ibéricas del Noreste (bargusios, ausetanos,           arenosios y lacetanos), pues no podía arriesgarse a dejar en su retaguardia tribus        potencialmente hostiles que amenazaran sus líneas de comunicación. Durante este       período sus fuerzas quedaron disminuidas en unos 3.000 desertores carpetanos y otros 7.000 que hubo de licenciar por no sentir suficiente confianza en ellos.

Infante Libio-Fenicio

Infante Libio-Fenicio

Una vez reorganizadas sus fuerzas, dejó en la Península Ibérica dos ejércitos: uno al Norte del Ebro, compuesto por 10.000 infantes y 1.000 jinetes, bajo el mando del general Hannón; otro, integrado por 12650 infantes, 2550 jinetes y 21 elefantes, al mando de su hermano Asdrúbal, que se encargaría de la defensa del resto de las tierras ibéricas. Asi mismo, dejó bajo el mando de Asdrúbal una flota de 57 barcos (50 quinquerremes,            2 cuatrirremes y 5 trirremes).

Con todo dispuesto, Aníbal se puso al frente y cruzó los Pirineos con el resto del ejército compuesto por unos 55.000 infantes, 8.000 jinetes y 15 elefantes (Se incluían en él       numerosos mercenarios de la península: baleáricos, cántabros, astures, celtíberos,           lusitanos e ibéricos en general).

Mientras tanto, en Roma fueron elegidos cónsules Tiberio Sempronio Longo y Publio Cornelio Escipión, padre del futuro africano. La armada romana movilizó                       220 quinquerremes para apoyo en la Segunda guerra iliria, principal preocupación de los latinos en esa época. El cónsul Tiberio Sempronio Longo recibió 4 legiones                   (2 romanas y 2 aliadas; 8.000 romanos a pie y 16.000 aliados más 600 jinetes romanos y 1.800 aliados) y las instrucciones de navegar por África acompañado por                           160 quinqueremes. Por su parte, Publio Cornelio Escipión recibió 4 legiones             (8.000 romanos y 14.000 aliados de infantería más 600 romanos y 1.600 aliados a           caballo) e izó la vela hacia iberia acompañado por 60 navíos.

Marcha de Aníbal en 218 AC

Marcha de Aníbal en 218 AC

Publio salió a la mar, con su ejército, desde Pisa a la ciudad griega aliada de Massilia,       actual Marsella. A su llegada, se encontró con que Aníbal ya había cruzado los Pirineos y había avanzando hacia el Ródano. Como sus hombres habían sufrido mucho a causa del mareo, les permitió unos cuantos días de descanso, pensando que había tiempo          suficiente para impedir que Aníbal cruzase el río.

A continuación, envió una patrulla de caballería al norte hasta la orilla oriental del río Ródano. Allí se enfrentaron, con similar numero de fuerzas, a la caballería ligera           númida, expulsando a los cartagineses después de luchar en una dura escaramuza.           Escipión marchó al norte desde su base, mientras que Aníbal marchó hacia el este de los Alpes.

Pero la rapidez de los movimientos del cartaginés fue superior a la que el cónsul había anticipado. Había cruzado el Ródano, mientras que los romanos estaban aún en la desembocadura del río. Escipión, que marchaba por la orilla izquierda, se encontró con el desierto campamento púnico,  dándose cuenta de que Aníbal se encontraba a 3 días de marcha en el interior de la Galia.

Continua en La segunda guerra púnica en Iberia II – Roma se asienta en Iberia

 

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